Una cocina abierta y continua que conecta los ambientes, la iluminación led pensada para contrastar y los jardines verticales como puntos focales dentro la composición, dan como resultado un ambiente colmado de gran personalidad.

El mobiliario con frentes lisos otorga carácter contemporáneo y refinado. La isla es el núcleo de esta cocina ya que concentra la zona de trabajo y los muebles altos la complementan con espacios de almacenamiento, una conjunción estética que luce espectacular en estos ambientes luminosos. Los jardines verticales aportan esa cuota de naturaleza y calma como acabado final.

En la cuarta planta de esta casa, donde se ubica la terraza, se ha colocado una segunda cocina en la cual se pueden disfrutar comidas y reuniones con vistas al Castillo de Cullera.